The Economist afirma que Bolivia es el país mejor posicionado para resistir los efectos del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania

La inflación baja registrada al primer cuatrimestre de 2022, el superávit comercial obtenido, la estabilidad económica, política y social de Bolivia fueron los principales indicadores que evaluó la revista internacional para otorgar esa calificación al país.

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El reciente informe publicado por The Economist Intelligence Unit (EIU, por sus siglas en inglés), señala que Bolivia es el país mejor posicionado a nivel de América Latina para resistir los efectos mundiales del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

The Economist Intelligence ubicó a Bolivia en primer lugar “en capacidad de resiliencia y adaptabilidad al problema o los efectos económicos de la guerra entre Rusia y Ucrania” con una puntuación de 2,14, por debajo de esta calificación se encuentra Ecuador y Paraguay con 2,29; Chile con 2,43; Perú 2,57 (ver cuadro).

The Economist es una revista de economía de prestigio mundial y de corte liberal.

“Bolivia está ocupando el primer lugar en capacidad de resiliencia y adaptabilidad a los efectos económicos de la guerra entre Rusia y Ucrania, este indicador de 2,14 refleja la menor exposición a los efectos económicos que puede causar este conflicto bélico”, informó el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro.

Las repercusiones de la crisis entre Rusia y Ucrania se sienten en los mercados de productos básicos a nivel mundial, los mercados financieros y las cadenas de suministro. Este impacto tendrá ramificaciones importantes para la economía de América Latina en 2022 y en los próximos años.

En su evaluación, la revista especializada The Economist tomó en cuenta el índice de inflación que registran los países de América Latina, la deuda pública, los pagos de intereses del sector público como porcentaje de los ingresos totales, el saldo de cuenta corriente, la estabilidad política, económica y social, entre otros indicadores.

“Gracias a las medidas aplicadas Bolivia tiene estabilidad económica, tiene estabilidad de precios, tiene bajos niveles de inflación, entonces estos son los resultados que destacan los organismos internacionales”, enfatizó Montenegro.

El Ministro explicó que la restauración del Modelo Económico Social Comunitario Productivo permitió reconstruir la economía del país con la priorización del mercado interno y la redistribución de ingresos para mejorar los indicadores sociales.

 “Con la aplicación del modelo se prioriza la demanda interna, el consumo de los hogares, la inversión pública y la redistribución de los ingresos, lo que nos permite estar mejor preparados ante estos efectos de aumento de precios, de falta de suministros y fertilizantes”, resaltó Montenegro.

El aumento de los precios de las materias primas comenzó en 2021 y cobró mayor impulso a raíz de la crisis de Ucrania-Rusia.

A marzo de 2022, Bolivia generó un superávit comercial de $us468 millones y se observa un incremento del 33% en el superávit con relación al mismo período de 2021, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Durante este período repuntan las exportaciones de manufacturas y el sector agropecuario, incluso llegó a superar las ventas tradicionales de hidrocarburos y minerales.

Inflación

El conflicto Rusia-Ucrania también ha producido complicaciones para los gobiernos latinoamericanos como el aumento de la inflación, en un momento en que los gobiernos están bajo la presión del mercado para reducir los déficits fiscales y controlar los índices de deuda pública, que se dispararon en medio de la pandemia de COVID-19.

En 2021, Bolivia registró la tasa de inflación más baja de la región con 0,9% y durante el primer cuatrimestre de 2022 se mantiene una inflación baja con 0,4%, mientras que los países vecinos reportan índices de inflación elevadas y en algunos casos por encima de los dos dígitos. Argentina registra una inflación de 23,1%, Venezuela con 16,3% y Colombia con 5,7%, entre los países con mayor presión inflacionaria.

El conflicto bélico causó un incremento en los insumos de la industria alimenticia, como los fertilizantes, se elevó el precio del barril de petróleo, la harina de trigo y otros insumos.

El Ministro explicó que el Gobierno trabaja para mantener la estabilidad de precios de la canasta familiar para que la población tenga certidumbre y no sienta los efectos adversos del conflicto bélico y la volatilidad del mercado internacional que deriva en un impacto directo del consumo familiar.

La pandemia

Al margen del impacto del conflicto bélico, se suman también los efectos de la pandemia del COVID-19 que merma el crecimiento económico a escala mundial.

Con el objetivo de preservar la estabilidad económica, el Gobierno destina recursos económicos para ejecutar los programas de lucha contra el COVID-19 con la compra de vacunas e insumos médicos, con estas medidas se otorga certidumbre a la población para que puedan realizar sus actividades cotidianas y preservar el sector productivo.